jueves, 23 de junio de 2016

¿QUIÉN VIVIÓ AQUÍ? LA CASA PALACIO DEL BAILIO

Situada en la cima de la cuesta que recibe su mismo nombre, se encuentra esta Casa-Palacio, hoy reconvertida en parte Biblioteca viva de Al-Andalus, en parte Hotel el Bailio. Muchos son los cordobeses que pasan diariamente por sus puertas sin conocer nada o poco sobre su Historia. ¿Quién habitó este palacio?, ¿de dónde recibe el nombre?, ¿Qué secretos esconde?.

La Casa del Bailio empieza con el linaje de los Señores de Aguilar, marqueses de Priego por aquel
entonces. Este primer linaje que aterriza en este espectacular enclave llega de la mano de Pedro Nuñez de Herrera, hijo bastardo de Alfonso Fernández de Córdoba,  VI señor de Aguilar. Y aunque se tratase de un hijo bastardo, este fue totalmente reconocido, dotándole de una línea nobiliaria propia. Este linaje y el patrimonio dotado por el padre le permitió participar en la última fase de la reconquista granadina, en Nápoles junto al Gran Capitán, y contra los otomanos, batallas que le dieron fama y un sustento económico que lo capacitó para ir adquiriendo poder, siéndole otorgado el papel de Bailío de Lora del Río, nombre por el cual esta casa recibe el nombre, habiendo obtenido ya el hábito de la Orden de San Juan.

Pero un momento, no todos deben de saber ¿qué es un Bailío?, pues bien, haciendo un breve inciso, un Bailío, es un cargo público, considerándose como el administrador real de un territorio determinado, en este caso, Pedro Núñez de Herrara lo era de Lora del Río.

A Pedro Nuñez de Herrera, además del citado título administrativo, también se le encomendó los Yébenes y el título de Gobernador de Trípoli. En general, debido a la influencia familiar y las donaciones pertinentes, el Gran Bailío de Lora consiguió tener un poder económico tan grande que hizo crecer su rama familiar de forma sublime. Esto le valió para que esta rama de los Córdoba perdurara durante generaciones. 

Es interesante el linaje que dejó Pedro Nuñez, pues su hijo Alfonso fue procesado dos veces por la Inquisición, debido a los embrujes de las famosas Camachas de Montilla. No obstante, gracias al linaje de este, Alfonso Férnandez de Córdoba y Aguilar, que fue transmitido por línea varonil, comenzará un entresijo de políticas matrimoniales que irán otorgando a esta casa un sin fin de dueños que perdurará durante varios siglos. En primer lugar, la anexión del linaje de la Casa de Fontanar, y ya metidos en pleno siglo XVII, el linaje de los Henestrosa, que tras su disolución, pasó a estar en la Casa de los Teba, fruto de la cual los Bailío acabaría convirtiéndose en nobleza señorial.   





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