miércoles, 28 de octubre de 2015

EL ARCO DEL PORTILLO. ¿DESINTERÉS O DEJADEZ?

      Como licenciado en Historia y amante del patrimonio en general (y del cordobés en particular) no dejo de alarmarme cada vez que veo un trozo de nuestra historia abandonado, y prácticamente destruido. Ejemplos no faltan por desgracia en la ciudad: tenemos Cercadillas, el Alminar de San Juan, entre un largo etcétera. Dentro de este etcétera incluyo el Arco del portillo, el protagonista de este post.

El arco del portillo antes del derrumbe de la casa
     Para quienes aún se pregunten ¿qué es el arco del portillo? o ¿qué importancia tiene? (tanto para
los lectores cordobeses como foráneos). El arco del portillo, cuyo nombre real era conocido como Portillo de Corvache, comunicaba la collación de Santa María con la de San Nicolás de la Ajerquía. Después de la reconquista, era conocido como el postigo de los Descalzos, debido a que estaba frente al monasterio de San Francisco. Ubicado en la muralla orienta islámica, separaba la Villa de la Ajerquía a finales del siglo XIV. En el año 1703 se llevaría a cabo una reforma que ensancharía la parte inferior.

     Hasta aquí todo correcto, pero debéis conocer que la muralla oriental islámica, esta muralla que separaba la Medina de la Ajerquía era una muralla romana, es decir, una muralla con más de de 22 siglos de antigüedad (si contamos desde la llegada de los romanos hasta la actualidad).

     
Se aprecia la herramienta sofisticada que emplearon

Dicho esto, ahora debo de poneros en antecedentes. En el año 2013, una vivienda anexa al arco del portillo había colapsado, la Semana Santa estaba próxima y a ciertos sectores le corría un poco de prisa que esa casa fuera derribada lo antes posible. No voy a entrar en debate sobre si se debió de hacer la cosa rápida o lenta, si hubo o no hubo presiones de un sector o de otro, pero digamos que ni los medios fueron los adecuados, ni las herramientas las debidas, ni mucho menos que el personal fuera cualificado (me sigo negando a creer que un arqueólogo supervisara tal obra o que diera el visto bueno a tal desfachatez). La cuestión es que debido a esto el arco del portillo quedó en un lamentable estado, parte de la muralla romana fue vapuleada, y la medida extraordinaria y lúcida del Ayuntamiento fue ponerle un apuntalamiento provisional (si, ya sabemos que cuando dicen provisional es hasta lo que dure), pero con la promesa (inexistente) de que se llevaría a cabo una restauración.

Así está en estos momentos
     Pues bien, hace apenas un par de semanas, aproximadamente, el tabique de protección del solar se vino abajo, el arco que había quedado en el vacío, sin la protección centenaria de su muralla, ha dejado al Arco al borde del derrumbe. No olvidemos que el Portillo es PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD, si eso de lo que estamos orgullosos todos los cordobeses, y políticos, pero estos lo dicen con la boca chica, porque luego a la hora de cuidar el patrimonio parece que se les olvida.

     La situación es la siguiente: Derriban una casa, eliminando además parte de la muralla romana a la que estaba sujeto el arco del portillo; simplemente apuntalan la zona (de forma provisional) y dicen que es un paso seguro, se reabre el trafico personal, pero nadie asegura de que algún día el portillo se derrumbe, empieza a desestabilizarse. 

    Ya nos hemos llevado un susto con este suceso de hace semanas, poco a poco voy viendo cómo este patrimonio cordobés va decayendo. Me pregunto yo ¿esto es desidia por parte de los políticos? ¿es dejadez? ¿pretenden restaurarlo alguna vez? ¿van a dejar que se caiga entero? Ya se han cargado la muralla romana, y parece que a nadie le importa, el arco está cayendo, y al parecer tampoco importa, pero ojo, que somos Patrimonio de la Humanidad y es por la Mezquita, no señores no, la Mezquita es nuestro gran aliciente, nuestro buque e insignia si queréis decirlo así, pero Córdoba tiene Historia por todos lados, no debemos ni olvidar ni esperar a que desaparezca para  recordarlo.

     Espero vuestras opiniones al respecto. 

 

jueves, 15 de octubre de 2015

EL CAMINO DE LA PALOMERA Y PORQUÉ TAMBIÉN ES PATRIMONIO DE CÓRDOBA

     Por sentimientos, recuerdos de la niñez y grandes anécdotas esta es una de las entradas que más trabajo me ha costado escribir pero, nuevamente y con la objetividad que me caracteriza realizaré una ferviente defensa de lo que es justo. ¿acaso un paisaje natural como el que se encuentra no es digno de protección? ¿Sólo es patrimonio y digno de conservarse el patrimonio arquitectónico? porque no nos llevemos a engaño, si los cordobeses miramos para otro lado, perderemos la Palomera, y con ella siglos de Historia.

    Para aquellos que aún no sepan de que va el tema, aquí os dejo un breve resumen de la situación. A través de los Hermanos Maristas la Iglesia se quiere apropiar de una parte del camino de la Palomera como parte del Plan Especial para rehabilitar el Castillo Maimón. Este camino, de carácter municipal desde 1884 y vía de acceso para senderistas y caminantes para acceder a Sierra Morena (por ejemplo el sendero a Santo Domingo).
   
   Por eso reitero la importancia de este hecho, no nos llevemos a engaño, no es una parte del camino lo que se privatizará y se cortará, sino que será una vía de acceso. Con el tiempo se perderá toda posibilidad de disfrutar de algo que siempre hemos tenido, la libertad de ir al campo, de pasear por la naturaleza. 

    Pues bien, para todos aquellos que piensan que campo hay mucho y que esta gente puede hacer lo que quiera porque total, la Palomera tampoco tiene tanto que ofrecernos, yo les digo que se equivocan, que si se apropian de la Palomera, si logran su objetivo se estará perdido un cachito de la Historia de Córdoba, y sobre todo, se estará perdiendo una parte del patrimonio natural de la ciudad, algo que los cordobeses dejaremos de disfrutar (y entonces empezaran las exclamaciones al cielo).

    F. Ruano en su Historia General de Córdoba situaba el Acueducto de Valdepuentes, conocido en época romana como Aqua Nova Domitiana Augusta junto al arroyo Pedroches (dato documentado desde 1760). Este acueducto era uno de los tres que disponía la ciudad y uno de los restos que se corresponden a este acueducto lo describen como un gran depósito construido con opus caementicium (cantos rodaos ligados con cal, arena y agua), siendo el arroyo de la Palomera es uno de los cuatro ramales que aún se conservan. (Si cortan el acceso ya no podremos disfrutar de ello).

 
 No nos podemos olvidar del famoso Puente Hierro, especialmente relacionado con la Historia Industrial de la ciudad, pues unía el tramo de Belmez, siendo inaugurado en el año 1873. Gracias a este puente, el boom del ferrocarril y de la industria en general pudo darse con mayor velocidad en Córdoba, sin dejar de lado las miles de instantáneas que se han hecho desde la Palomera.

    El Patrimonio Natural está constituido por monumentos naturales construidos por formaciones físicas y biológicas , creadas poco a poco por la naturaleza. Lo constituyen las reservas de la biosfera, los monumentos naturales, las reservas y los santuarios de la naturaleza. Para mi, la Palomera reúne de sobremanera la condición de Patrimonio Natural, tan sólo hay que mirar el paisaje, sentir la naturaleza, la pureza que emana el entorno para comprender esto. Y si esto no valiese por si solo, debemos de tener en cuenta el estupendo manantial que brota desde los tiempos romanos, el Puente Hierro (fiel reflejo de la Historia del ferrocarril en Córdoba) y las cuevas que aún perduran en la Palomera, Sí, como estás leyendo. La cueva del embudo; la cueva de las Vacas; la Cueva de las Nubes Blancas o la Cueva del Maimón (localizada a escasos metros de la Fuente de la Palomera). Estas cuevas son también vestigios naturales de un bello entorno digno de proteger.

 
  Y es aquí al final de todo cuando dejo a vosotros los lectores la posibilidad de reflexionar, de decidir si sólo el Patrimonio natural debe de ser disfrutado por unos pocos o por el contrario, debe de ser algo que disfrutemos todos. Si se cierra el acceso a la Palomera, todo esto se perderá y entonces nuestros hijos, nietos y descendientes ya no podrán contar las anécdotas y las historias que se vivían en este lugar. Y la Palomera no será nada más que un recuerdo que aparecerá en los libros de Historia, pero de la cual no podremos ver ni disfrutar como antaño se hizo.