lunes, 10 de octubre de 2016

NUESTRA GASTRONOMÍA. HISTORIA Y EVOLUCIÓN DEL PASTEL CORDOBÉS.

    Pronto llegará el día de San Rafael, y como es tradición para los cordobeses degustaremos un riquísimo pastel cordobés. Sin lugar a dudas, el dulce más representativo de nuestra ciudad. Este dulce creado en el siglo XIX por artesanos cordobeses sólo los podréis encontrar aquí, aunque si es cierto de que, aunque como tal, este dulce nació en la confitería artesana de la Córdoba de hace un par de siglos, su origen se remonta a unos cuantos siglos más atrás.
cabello de ángel

    Fue en época islámica, cuando Córdoba estaba a la cabeza de todos los avances intelectuales, tecnológicos, científicos y gastronómicos. Los musulmanes trajeron de Bagdad (entre otros productos) el cabello de ángel. Con él hacían multitud de pasteles de hojaldre que rellenaban con el producto de elaborar la cidra. 

    Estos tipo de pasteles sufrieron una transformación en la Baja Edad Media, y tras la repoblación cristiana de la ciudad, cuando los cristianos empezaron a incluir en esta receta la manteca de cerdo, la cual estaba prohibida para los musulmanes.

   

Pastel cordobés tradicional
Pero el origen como tal del nombrado pastel cordobés estuvo en la Confitería Mirita, quienes aprovecharon el exceso de cidra que se producía en Trassierra para sustituir los cortadillos de cidra por unos pasteles más grandes. Sin embargo, no sería esta confitería, sino otra, la conocida Confitería La Perla, quien empezó a incluir este pastel de forma sistemática entre sus otros productos, produciendo grandes cantidades de este dulce entre sus estantes. Pero quienes popularizaron el pastel cordobés a lo que hoy día es fue la Confitería San Rafael, quienes llevaron a tomar este dulce cordobés el día de la festividad de San Rafael.

    Actualmente se está popularizando una variante del pastel cordobés, en el que se incluye jamón serrano, pero esta no es la receta original, la cual sólo incluye el hojaldre, el cabello de ángel que va rellenando dicho hojaldre y espolvoreado con azúcar y canela.

Manolete
     
Otra variante del pastel es el conocido como Manolete, creado por José Delgado, el dueño de la Confitería San Rafael, quien en 1944, gracias al torero Manolete ideó un pastel cordobés de pequeñas dimensiones, pues el torero quiso agradar a sus amigos mexicanos con el pastel cordobés, pidiéndole al confitero que le confeccionase una docena. Debido al largo viaje, y para que estos se conservasen mejor los hizo más pequeños, nombrándolos como el torero.

    Si bien, este dulce de origen cordobés y con tradición islámica no has probado aún, entiendo que no eres de Córdoba, por eso invito a todo el mundo que el día 24 de octubre se deje caer por la ciudad y entre paseo y paseo deguste este singular dulce.

martes, 4 de octubre de 2016

TOPONIMIA. ¿QUÉ FUE Y PORQUÉ RECIBE EL NOMBRE LA CALLE CAPITULARES?

    La calle Capitulares es una de las calles más reconocidas y destacadas de la ciudad. Calle que ha sufrido un sin fin de transformaciones, y en la que actualmente está sufriendo un nuevo lavado de cara. Pero en el pasado esta calle recibió varios topónimos, siendo el de capitulares el último, y por ahora, definitivo. 

    Para conocer el motivo del topónimo actual debemos remontarnos al siglo XVI, pero antes de ello, quisiera remontarme a los orígenes de esta calle, cuando aparece documentada desde el siglo XIV recibiendo el nombre de calle Marmolejos. Por aquel entonces, la calle Marmolejos era la prolongación de la calle la Feria, extendiéndose paralelamente a la muralla hacia la plaza de San Salvador. Una parte de ella,  desde la calle de la Feria hasta el convento de los frailes predicadores (conocidos como Marmolejos). En aquellos tiempos, estaba ubicada parte de la calle a la collación de San Pedro, y la otra parte a la collación de San Andrés. El carácter comercial que tenía la calle la Feria era el mismo que tenía esta calle Marmolejos, encontrándose en ella tiendas, casas-tiendas y algunos mesones.

    Ya en el siglo XVI, se pretendió pasar la Casa capitular a una nueva ubicación, la calle Marmolejos (anteriormente estaba en la conocida calle Ambrosio de Morales). Para ese fin, se compró a los señores de Luque unas casa-tienda, los Arcolados, empezando las obras en 1594, terminando por completo las obras en 1731 con la compra de unas casas auxiliares.

     Bajo el nombre de calle del Ayuntamiento, en 1911 recibiría su nuevo topónimo, calle Joaquín Costa, siendo veinte años más tarde cuando recibiría la orden de pavimentación de la calle. El nombre de la calle vino en honor al político, economísta, historiador, quien fue el mayor representante del regeneracionismo español, quien murió el 8 de febrero de 1932 (el nombre de la calle se cambió el día 13 de febrero).

    Y tras el impás que supuso el nombre de Calvo Sotelo, en la cual se produjo el alumbrado en 1950, y se puso como centro de la ciudad la puerta del Ayuntamiento en 1970, Recibió el nombre que actualmente regenta en las paredes de la calle, Capitulares, en honor a esas casas capitulares que se instalaron en el siglo XVI como referentes de la política cordobesa.