jueves, 20 de marzo de 2014

EXPOLIO, DESTRUCCIÓN Y DETERIORO. EL GRAN PROBLEMA DE CÓRDOBA

   Tres temas de vital importancia son los que dan nombre a este post: Expolio; Destrucción; y Deterioro. Esto conlleva a una problemática que azota a Córdoba desde tiempos inmemoriales pero que por desgracia sigue vigente en la actualidad, haciendo que políticos de cualquier ideología miren para otro lado mientras ponen la mano para recibir algo a cambio (llámese dinero u alguna otra ventaja).

   Cualquiera de nuestros lectores puede entender con tan solo darse una vuelta por la ciudad que el problema es más grave de lo que a priori pudiera imaginar. Quizás y sólo quizás nuestros seguidores ni siquiera sabían de la gravedad del asunto, e incluso llegaran a desconocer que en pleno siglo XXI el patrimonio y la cultura no interesa a los mandatarios porque no ven en estos temas un filón económico (ciegos aquellos políticos que piensan así).

    Córdoba tiene una gran poder patrimonial y monumental, gracias a la Historia que ha vivido a lo largo de los siglos en suelo cordobés se puede decir que somos ricos en patrimonio. Sólo debemos de pensar que aquí habitaron pueblos íberos (la colina de los quemados es un ejemplo), Julio Cesar gobernó estas tierras mientras descansaba en el Alcázar (tal y como ya adelanté en un post anterior), parte de la batalla del mencionado Julio Cesar contra los hijos de Pompeyo también sucedieron en estas tierras, Córdoba también albergó a reyes tanto visigodos y cristianos, sin dejar de lado toda la riqueza cultural que dejaron los musulmanes (por mucho que le pese a algunos), El viaje de Cristobal Colón a las Américas se decidió en nuestra tierra.... muchos son los acontecimientos que nuestra Córdoba ha vivido, mucho su patrimonio, y por desgracia mucho se ha perdido.

    Debemos de entender que hasta la Ley de Patrimonio de 1985 el concepto de patrimonio (valga la redundancia) no existía, o al menos no era entendido como tal, y no era raro ver a personas buscando yacimientos para expoliarlos y vender las piezas que encontraban destruyendo a su vez el propio yacimiento. Esta concepción de cuidar lo nuestro es algo que se va tomando poco a poco desde entonces. Ya no vemos a personas entrando a yacimientos para destruirlo (aunque es una real mentira pues aún se dan esos casos), pero sin embargo vemos como constructores destruyen vestigios hallados antes de que un arqueólogo llegue al lugar para que su obra no sea parada. Vemos como por el poder del dinero destruye nuestro legado cultural. Que sirvan de ejemplo los siguientes casos y vosotros, mis queridos lectores, decidiréis la gravedad del asunto.

     Empezamos con un ejemplo de expolio claro y evidente, el ocurrido en el siglo XV en Medina Azahara, pues el Monasterio de San Jerónimo expolió la gran ciudad palatina para enriquecerse, es más Medina Azahara ha podido ser el monumento que más ha sufrido, pues si algún día vais a su museo (cosa que merece la pena ver) tendréis la oportunidad de ver como en diferentes ciudades existen materiales de Medina Azahara, Rabat, Casa Blanca, en Sevilla.... Recordemos aquellas noticias que salían a la luz hace unos meses sobre la casa de subastas Sotheby's y la venta de los capiteles omeyas por valor a 23.000 euros. Al igual que ocurrió con las vigas de la Mezquita- Catedral.

   Sobre Medina Azahara habría mucho de que hablar, no olvidemos (o no habría que hacerlo) sobre las parcelaciones ilegales que se acometieron en lugares donde posiblemente aún habría restos de esta Medina, y que cierto personaje pretende legalizar para enriquecerse aún más. ¿solución? parece evidente pero nadie se atreve a hacer nada.

 
Sigamos con los ejemplos, y ahora vislumbremos un ejemplo de destrucción del patrimonio. Uno muy sonado, el ocurrido con el conocido yacimiento de Cercadillas. Algunos expertos como Ramón Corzo Sánchez hablan del único Palacio Imperial romano existente en Hispania, el Palacio de Maximiliano Hercúleo, construyéndose entorno al 293 y 305 d.C. Otros expertos como Pedro Marfíl, sin embargo creen que no corresponde con un Palacio romano sino que es un edificio mandado a construir por el Obispo Osio en honor a San Acisclo. Lo importante es que este yacimiento fue parcialmente destruido para la creación del AVE en 1992, la Ley de Patrimonio se encuentra vigente y aún así, se permite la destrucción de este yacimiento por establecer allí un edificio como la estación de trenes que podía haberse ubicado en cualquier otro lugar. 

    Pero no nos engañemos, ha habido más casos de destrucción del patrimonio lo único es que la sociedad no se ha enterado, sí Córdoba es pionera en una cuestión, es enaclimatar el patrimonio a las nuevas construcciones, vamos a darle ese voto a su favor, ejemplos son las cloacas romanas que existen junto al rectorado, los lienzos de murallas que conviven junto a los nuevos bloques de pisos en la Avenida de la Victoria... pero, también es verdad que cuando unos bloques de pisos han interesado ser construidos (o destruidos) no han dudado en agilizar las cosas sin la supervisión de un profesional. Ejemplo: El caso que aconteció el año pasado con la destrucción de la Casa que había junto al arco del Portillo, en la cual, no dudaron en utilizar maquinas excavadoras y destruir un lienzo de muralla. O los casos de elevación de nuevos bloques donde de la noche a la mañana las estructuras que allí había desaparecieron.

   
Sobre el deterioro o mala conservación de los monumentos, tenemos el caso del Convento de Santa Clara, que está localizado en la calle Rey Heredia, que guarda en sí mismo vestigios de las culturas que han pasado por la ciudad. La empresa municipal Vimcorsa pactó restaurar este inmueble con la ayuda de la obra social de Caja Madrid pero a día de hoy este proyecto permanece parado y el edificio continua en mal estado. Otro caso sería el Alminar de la Iglesia de San Juan, que sigue adornado con un armatoste de hierros para evitar desprendimientos, dejando que el Alminar siga deteriorándose con el paso de los años. La fachada del Museo Arqueológico es otro ejemplo claro de abandono, teniendo que verla tras unas redes de protección.

    Los políticos dicen que no hay dinero ni para restaurar ni para cuidar el patrimonio cordobés, pero es una burda mentira, aunque si tomamos como verídico esto, si en el pasado lo hubo ¿Por qué no se gestionó?. Está claro que los políticos no ven en la cultura y en el patrimonio una fuente de ingresos, ese es el problema. Lo peor es que es otra de sus patrañas, si inviertes en patrimonio, el turismo crecerá porque los turistas vendrán a contemplar tus monumentos, si gustan, atraerán a más turistas y esto generará empleo en todos los sectores: guías, restauradores, historiadores, historiadores del arte, hostelería....

   En conclusión, Córdoba tiene un filón patrimonial muy importante que gracias a los políticos y empresarios sin escrúpulos se están encargando de destruir, un gran problema porque poco a poco nos quedaremos sin este vestigio cultural que tenemos y del que nos sentimos orgullosos. Usar la mercantilización del patrimonio como una salida loable a estos momentos de crisis que imperan en el panorama internacional es una opción, mientras que por el contrario, se abandona nuestro patrimonio, sí permitimos que se destruya, se deteriore o se expolie, en resumidas cuentas, si permitimos que se realice una mercantilización del patrimonio pero desde el punto de vista de la especulación, entonces, no sólo perderemos nuestro patrimonio, sino que perderemos nuestra identidad.