miércoles, 4 de noviembre de 2015

¿QUIÉN FUE IBN FIRNÁS?

       En el año 2011 se inauguró el nuevo puente situado en el sur de la ciudad, el que pone punto y final (o inicio) a la Variante Oeste en Córdoba.  Este puente tiene por nombre Ibn Finnas. Y seguramente muchos de vosotros os preguntaréis ¿quién fue este señor? ¿a qué se dedicaba? pues bien, desde este post voy a hablaros un poquito más sobre este hombre, puesto que su historia está llena de sorpresas.

       
Abbás Ibn Firnás, nació en Málaga allá por el año 810, fue un distinguido científico andalusí, especializado en astronomía, física y química (además de ser un gran humanista). En sus ratos libres se dedicaba a la poesía, destreza que le valió para enseñar esta disciplina en la corte de Abd al-Rahman II.

          Además de todo lo anterior, el andalusí diseñó una serie de artilugios que revolucionaron la Córdoba islámica. Entre los aparatos que diseñó podemos encontrar la clepsidra (un reloj de agua que ya usaban los antiguos egipcios), encontró una técnica para tallar el cristal de roca, desarrolló una esfera armiliar (conocido también como un astrolabio esférico). 

           Pero fue un hecho de su vida el que más me ha llamado siempre la atención, y es que cada vez que en alguna reunión de amigos sale el tema (no muy a menudo) del primer hombre que voló, siempre pensamos en los hermanos Montgolfier o en la leyenda de Ícaro, pero no. El primer hombre conocido, fue Ibn Firnás.

           Un día como otro cualquiera, la idea de volar se le ocurrió a Firnás, que no tuvo otra
ocurrencia que subirse a la torre de la mezquita con una lona y tirarse a ver si lo lograba. El batacazo fue sonoro pero gracias a la lona, que amortiguó su caída, sólo se hizo pequeñas lesiones. veintitrés años después, y después de haber realizado algunos estudios científicos, se propuso intentarlo de nuevo, pero esta vez se confeccionó unas alas de madera recubiertas con seda, se lanzó nuevamente desde una torre (la torre de la Arruzafa), obteniendo un aterrizaje un poco malo (ya que se partió las dos piernas) pero con el objetivo de haber volado, al menos durante una decena de segundos, ante la atenta mirada de varios curiosos que se habían acercado a ver si el hombre se despeñaba o no.

               En Libia tienen un sello con su efigie, en el aeropuerto de Bagdad existe una estatua suya, siendo además el nombre de otro aeropuerto de la capital iraqí, y por si fuera poco, además del nombre que tiene el puente de Córdoba antes mencionado, existe un cráter en la Luna que tiene su nombre. 

                 Para concluir, y a modo de curiosidad, el puente de Córdoba que lleva su nombre, no sólo lo lleva porque sí, sino que el propio diseño estaba pensado en él, puesto que de la parte central del puente emergen dos alas que recuerdan el hecho que ocurrió en el siglo IX.