lunes, 24 de noviembre de 2014

EL CEMENTERIO PROTESTANTE DE CÓRDOBA.

         Los cordobeses de cierta edad conocerán este tema de sobremanera, pero quizás muy pocos jóvenes tienen constancia de que en Córdoba hubo un cementerio para protestantes, y que este cementerio estaba situado en la actual glorieta que está situada entre la gasolinera GALP y el Barrio del Naranjo, y de hecho, esta glorieta recibe el nombre de Duncan Shaw en honor al percusor de este cementerio protestante.

         
¿Quién es Duncan Shaw? pues Duncan Shaw fue un empresario escocés que vino a Córdoba  en 1840 en busca de las riquezas de Sierra Morena, en calidad de joven perito de minas. Fue fundador del Círculo de la Amistad, dueño de una fábrica de plomo (en la actual Chinales) y precursor de la línea de ferrocarril que se empezaría a gestionar en la ciudad, es decir, uno de los hombres más influyentes de la época.

         Esta posición social del empresario escocés lo llevaron a escribir varias cartas al Diario Córdoba pidiendo una libertad y un respeto del culto protestante, estamos en enero de 1869, pero no sería hasta unos años más tarde cuando la polémica respecto a este tema volvió a salir a la luz pública. 

          En 1871 murió un niño, Rafael Campillo, el primer miembro de la recién comunidad de protestantes cordobeses, y ante la negativa de la Iglesia cordobesa de dar sepultura al niño en el cementerio de San Rafael (donde estaba estipulado su sepelio). Este hecho marcó a Duncan Shaw construyendo un anexo de su fábrica de plomo y creando allí el primer cementerio protestante de la ciudad cordobesa con el beneplácito del gobernador civil.



             Este cementerio soportaría a duras penas los estragos de la Guerra Civil siendo destruido y abandonado en su totalidad en el año 1969, cuando el, por aquel entonces, Alcalde de Córdoba Antonio Cruz Conde trasladaría las maltrechas y expoliadas tumbas a un anexo en el Cementerio de San Rafael, donde perduran hoy día.

martes, 21 de octubre de 2014

¿QUIEN VIVÍA AQUÍ? EL PALACIO DE LOS MEDINA SIDONIA

  Hace tiempo escribí sobre las Casas Solariegas existentes en Córdoba
(http://nosololamezquita.blogspot.com.es/2013/08/las-casas-solariegas.html). Una de estas casas está situada en la calle Rey Heredia Nº13, es facil de reconocer por su fachada frontal de arcos de medio punto, y sobre la cual, se puede ver un escudo de armas, que nada tiene que ver con el de sus dueños originales.

          Una vez situados ante tan majestuoso símbolo de poder, tanto para el cordobés que desconozca la historia de la casa, como para aquel turista que pretende perderse ante las maravillas que las calles de la Judería esconde, quizás se pregunte, ¿quién vivió allí? La respuesta, aunque sencilla, esconde una gran historia. Esta casa fue en su día el Palacio de los Medina Sidonia.

         
Árbol genealógico hasta Enrique de Castilla por la rama materna
Debemos remontarnos a la época de la reconquista de Córdoba, año 1236, y hacer una breve recopilación desde entonces para que se entienda mejor la importancia de este lugar. Fernando III el Santo hace un repartimiento de la ciudad entre aquellos nobles que ayudaron a reconquistar la ciudad. El 24 de julio de 1237 lleva a Domingo Muñoz el Aladid a recibir un palacete árabe que el rey Santo bautizó como Casas Altas. Domingo, sin embargo, donaría estas casas a su hija Doña Oragilda, cuando esta se casó con Fernán Nuñez de Temez,

            A finales del siglo XIII este antiguo palacio árabe perteneció a Alfonso Fernández, (hijo de Fernán Alfonso y Urraca González, y nieto de Fernán Nuñez de Temez y Oragilda Muñoz) y a su esposa Constanza Álvarez. Tras la muerte de Alfonso Férnandez y su esposa sin descendencia, el palacio pasó de nuevo a Fernán Alfonso, quien lo donó a su hija Juana Fernández.

             Juana Fernández se casó con Gómez Férnandez, segundo Señor de Santa Eufemia teniendo de ese enlace una hija, María Gómez Carrillo, que se casó con Alfonso de Sousa, Alcalde mayor de Córdoba, heredando de esa forma el palacio conocido como Casas Altas.Y es aquí cuando el nombre de Casas Altas cambiará a Palacio del Duque, y posteriormente a Palacio del Duque de Medina Sidonia porque este Palacio mudéjar del siglo XIV, perteneció a Enrique de Castilla, Primer Duque de Medina Sidonia, Conde de Cabra entre otros títulos.

            Este Enrique de Castilla es el hijo bastardo de Enrique II de Castilla y la dama cordobesa Juana de Sousa, nacido en el año 1365, el cómo y el donde se conocieron es algo que se desconoce, pero si se sabe que Juana de Sousa fue la hija de Vasco Alfonso de Sousa, y María Gómez Carrillo. Este sería el segundo hijo de esta relación extramatrimonial.

A la izquierda está el escudo de Enrique de Castilla
         En 1380 recibiría el título de Duque de Medina Sidonia, siendo este el primero de tan noble casa, y debido a los vínculos maternales que le unían a la ciudad de Córdoba, estableció aquí su residencia. Poco se sabe de la vida de este hijo bastardo, entre lo que se conoce destaca su escudo de armas, una evolución del escudo de los Sousa, y nada tiene que ver con el blasón que se encuentra en la fachada principal del hogar. El tema de que muriera sin descendencia hacer ver la posibilidad de que los genealogístas de la época no le dieran importancia a la vida de este hijo.

         
Sin embargo, se sabe que tras su muerte sin descendencia en 1404 la herencia recayó sobre su madre Juana, y una vez muerta ella en 1442, el palacio mujéjar paso a formar parte de la rama Sousa, a favor de su sobrino Juan Alfonso de Sousa y su mujer Isabel Fernández, hasta que en 1569 la propiedad (que por aquel entonces ya estaba dividida entre la casa nº9 y la casa nº15) fue vendida a Don Diego Lopez de Haro, (Diego de Haro y Portocarrero primer Marqués del Carpio) y permaneció ligada a esta casa hasta el año 1590, cuando fue vendida Rodrigo de Armenta, dando pie a la estancia a una nueva estirpe nobiliaria cordobesa. El escudo que se vislumbra en la fachada es el de los Armenta, hubicado en la fachada sobre el año 1636, gracias a las obras realizadas por el Arcediano Damian de Armenta. Tras la muerte de este poco se sabe de sus huéspedes, tan solo que en 1838 pasaría a manos de Juan Antonio Conde, y que en 1975 pertenecía a Enrique Merino.

         Y es de esta forma como un palacio de época islámica ha pervivido hasta nuestra época, viendo pasar los siglos ante sus numerosos y distinguidos inquilinos, sabiendo mantenerse impasible tras tantas reformas. Para mi, una joya patrimonial que trae mucha historia y que pocos conocen.

            

lunes, 6 de octubre de 2014

CÓRDOBA A TRAVÉS DE SUS ESTATUAS: EL DUQUE DE RIVAS

     Queremos abrir una nueva sección dentro de nuestro blog. Una mirada de Córdoba a través de sus estatuas. Para abrir esta nueva iniciativa nada más y nada menos que el Duque de Rivas. Pero ¿Quién es este personaje? ¿Y por qué se le hizo una estatua en su honor?.
     Ángel de Saavedra y Ramírez de Baquedano fue un escritor nacido en Córdoba allá por el año 1791, fue el III Duque de Rivas ( uno de los grandes títulos de nobiliarios de España). Nació en la casa situada en la calle Ángel de Saavedra, la casa que después sería comprada por los Carbonell (hoy sala de exposiciones de Vimcorsa). 
  
     Este hombre combatió en la guerra contra los franceses en 1809, dedicándose después a la literatura. Perseguido por el regimen absolutista de Fernando VII se exilia en Gibraltar, y de allí marcha a Inglaterra, donde permanecerá hasta la muerte del rey en 1833. 

    En 1836 fue nombrado Ministro de Gobernación, aunque es acusado de retrógrado y vuelto a marchar al exilio, hasta que de nuevo puede volver a España, y en su afán político, vuelve como Senador por Córdoba y embajador de España en Nápoles  entre los años 1844 y 1850. De aquí a su muerte en 1865 sería miembro de la Real Academia de la Historia, la Real Academia de Bellas Artes, y durante dos días, fue Presidente del Gobierno. 

    La estatua del Duque de Rivas se encuentra emplazada en el los Jardines de la Victoria, junto a la Pérgola y cualquier persona que lo desee podrá ir a contemplarla.

lunes, 8 de septiembre de 2014

LA COLINA DE LOS QUEMADOS Y NUESTRO PASADO IBERO

       A Córdoba se le conoce muy bien por su pasado como capital de Al-Andalus,  y también por el romano donde fue capital de la Betica. En ambas épocas Córdoba fue cuna de la sabiduría, además de ser una ciudad en progreso y muy importante. Pero muy poco se conoce del pasado Íbero, un pasado para mí muy importante, tanto que aún se mantiene algo de él en nuestro nombre, pues el sufijo -uba (actual -oba) viene de nuestros antepasados íberos. Pues aunque muchos lo desconozcan, el toponimo de Córdoba ha sobrevivido desde entonces, 

      Por un lado tenemos la raíz Cord, que según algunos autores viene del indoeuropeo Kard- que significa: "piedra""pedregoso". También el sufijo -uba viene del Indoeuropeo y significa "agua", "río", (aunque antiguamente se pensaba que significaba ciudad). Por tanto Corduba podría significar "Río pedregoso" 

      Desde el III Milenio a.C hay un cambio de asentamiento, la población se traslada al lado izquierdo de la orilla del actual río Guadalquivir, esa emigración se verá ininterrumpida hasta el siglo II a.C, y ya por entonces el nombre Corduba empieza a resonar con fuerza. E incluso, en el siglo VIII a. C se empieza a vislumbrar un asentamiento protourbano con una marcada e importante función de control del territorio así como su explotación. La explotación de los metales de Sierra Morena así como una agricultura arraigada hicieron del lugar un enclave importante.

         Será en la conocida como Colina de los Quemados donde un grupo de Turdetanos establecerá su asentamiento. Se trata de una colina alargada, elevada sobre la llanura aluvial, siendo este el lugar elegido por los turdetanos hasta la llegada del General Claudio Marcelo allá por el siglo II a.C. 

         El trabajo de arqueólogos de gran renombre como Diego Ruíz Mata y Jose María Luzón supuso un avance importante para conocer bien este lugar. Los hallazgos de esta impresionante labor que realizaron se pueden ver en el Museo Arqueológico de Córdoba. 

      Tras la llegada de los romanos a la Península Ibérica para luchar contra los cartagineses decidieron quedarse tras ver los enriquecedores lugares que aquí se vislumbraban. Cuando llegaron a Córdoba, a sabiendas de que había un asentamiento turdetano, decidieron establecerse en otro lugar a unos metros del anterior asentamiento, haciendo que gradualmente los primeros pobladores turdetanos fueran abandonando su antiguo  asentamiento para formar parte del nuevo y grandioso romano. Terminando de esa manera los días gloriosos del asentamiento turdetano de la Colina de los Quemados.

     ¿Dónde se encuentra la Colina de los Quemados? Si hoy fueramos a ver el lugar donde se encontraba este asentamiento, deberíamos dirigirnos al cementerio de Nuestra Señora de la Salud, de allí al Parque Cruz Conde (conocido como el circuito del ColaCao), siguiendo hasta el Hospital Provincial y terminando en la zona más alta del Fontanar. Desde allí subiríamos hasta Menendez Pidal, y de allí hasta Vistaalegre. 
     



        También debemos tener en cuenta al autor Ramírez de Arellano, quien habiendo estudiado el lugar sitúa un puente de piedra en el lugar, este puente podría estar situado en el actual Jardín Botánico, que comunicaba el asentamiento turdetano con la campiña cordobesa
   
      

viernes, 25 de julio de 2014

CASA DE LAS CABEZAS

    Pocos son los cordobeses que no conocen la leyenda de los Siete Infantes de Lara, pero pertenecéis a esta minoría, o simplemente, no sois de esta tierra, no os preocupeis, aquí se adjunta para que la conozcáis: http://nosololamezquita.blogspot.com.es/2013/02/leyendas-los-siete-infantes-de-lara.html 
     
   
Mapa del lugar
Recientemente se ha inaugurado la Casa-Museo de Las Cabezas, y no quise perder la oportunidad de ir a verla. Este lugar es una espléndida muestra de lo que antaño fue una Casa-Patio de Córdoba durante la época Bajomedieval. Lo que en su día fue Alcázar de Almanzor y prisión de Gustioz (dando pie a la famosa leyenda). 

Patio-Recibidor de la Casa de las Cabezas
 

    Tras entrar por el arco principal de la entrada, y como no podía ser de otra manera, lo primero que se contempla es un magnifico Patio Recibidor, pues el Patio será el protagonista de este tipo de casas, un lugar fresco y de reunión familiar que aún conserva esta función en los calurosos días de verano. Pero la visita no comienza allí, sino que el visitante se sumergirá en el Sótano de la vivienda. 

    La estructura que sigue la Casa-Museo de Las Cabezas, así como su decoración, es una réplica muy bien conseguida, siguiendo rigurosamente y con sumo cuidado la tipología de la época. Y si ya la decoración y la estructura de la casa no fuese un fiel reflejo de una Casa-Patio Bajomedieval, las diferentes estancias están acompañadas de carteles informativos que permiten al visitante a retroceder varios siglos atrás durante el recorrido de la misma.

    Ahora la pregunta que muchos querrán hacer, ¿Vale la pena pagar 4 euros para ver esta Casa-Museo? La respuesta es contundente, Sí. Es una oportunidad única de poder visitar una casa de este tipo en la ciudad. Sobre todo, porque el proyecto es muy bonito e interesante. Es una pena que este tipo de proyectos carezcan de ayuda pública pues el rigor histórico y patrimonial que acompaña el entorno lo merece. Es una oportunidad para los amantes de las leyendas de  entrar por la puerta principal de una parte de la leyenda de esta ciudad. 
muestra de lo que podemos encontrarnos 

     
Para aquellos acostumbrados a no entrar a los monumentos que son de pago (pero se dejan los euros en entrar a los monumentos de fuera de nuestra ciudad) como para los visitantes que han tomado Córdoba como su lugar de vacaciones deciros que merece la pena, es una oportunidad única y no se arrepentirán de traspasar la frontera del tiempo y volver a la Baja Edad Media. Y también pediría a los responsables del Patrimonio cordobés que de más protagonismo a trazos del Patrimonio que no sean los que todo el mundo conoce, sino que le de más importancia a rincones poco conocidos pero igualmente bellos.

P.D. Quiero aclarar a nuestros lectores que No Sólo La Mezquita es un proyecto desinteresado que vela por el patrimonio de Córdoba y que de ninguna manera se lucra por los post que realiza 

lunes, 19 de mayo de 2014

LA LEYENDA DE LA CRUZ DE JUÁREZ

   Sobre el siglo XVI vivía en Córdoba un caballero de gran fortuna, era visto por sus conciudadanos como un hombre amable, misericordioso y honrado. Pero tras su buena fama se escondía un hombre miserable y depravado. Antón de Juárez, que era el nombre de este vil caballero, estaba casado con una dama que por motivos de su avanzada edad se encontraba enferma, y la belleza que antaño desprendía, se marchitaba a pasos agigantados. 

   Este hombre iba siempre bien acompañado, se dejaba ver diariamente con los padres de la Merced y San Pablo, pero a sus espaldas, se veía con hombres de la peor calaña, y entre ellos, un compadre suyo que vivía en la collación de Santa Marina. Con este hombre de muy baja honorabilidad vivía una mujer joven y hermosa, y de la cual Antón de Juárez estaba ciegamente enamorado. 

   Poco a poco el cariño y el amor que una vez sintió y procesó a su mujer fue convirtiéndose en odio, y el amor que abandonaba a una se lo regalaba a la otra, y de esa manera, por unas monedas de su fortuna aquella joven mujer le entregaba su amor a Antón de Juárez. 

   Un día, Antón se le ocurrió la genial idea de marchar a su casa de recreo junto a su esposa, y la infeliz esposa se perdió en sus recuerdos, incrédula de pensar en que el amor entre el matrimonio volvía a florecer. Pero estando allí, Antón de Juárez organizó una romería en la sierra con sus amigos. Tras unos días sin noticias de su esposo la vieja esposa empezó a palidecer por el dolor que le causaba la extraña ausencia de su marido durante tantos días.

   Una noche de tormentas bajaba raudo por el camino que llegaba al molino de Sansueña un jinete con su caballo. La oscuridad de la noche y el mal tiempo hicieron imposible identificar esa figura, se dirigió a la casa de recreo de Antón de Juárez, entró en la casa y los perros guardianes se le echaron encima, pero los ladridos acabaron antes de empezar, y los perros saludaron esa figura amistosamente. El individuo entró en la casa, se dirigió a la habitación donde descansaba la vieja esposa y con una daga la acuchilló de manera que con el ropaje no se viera la mortal herida y se pensase que había sucumbido a su enfermedad. La victima sólo pudo susurrar: ¡Juárez! ¡Mi esposo! ¡ Yo te perdono!.

  La figura salió centelleante retornando por el camino que había venido, con la casualidad de que un relámpago cayó en el jardín y empezó a incendiar la casa. Los criados al grito de ¡Fuego! intentaron salvar a su señora, pero la imagen que encontraron fue de la yaciente y ensangrentada mujer.

  La noticia corrió como la pólvora por la ciudad, y Antón de Juárez bajó de la sierra con una tristeza marcada en su rostro, junto a él se encontraba el primo de la esposa, quien no se creía la versión de los criados, los cuales dijeron que había muerto a causa de su enfermedad. Este primo empezó a preguntar a todos los criados, pero no halló prueba alguna que lo contradijese, y poco a poco la cuestión se abandonó.

  Dos años sólamente guardó el luto Antón de Juárez que se volvió a casar en segundas nupcias con aquella joven mujer con la que mantenía una relación extramatrimonial. Pero el destino se guarda algunas venganzas, y ahora era él el desdichado marido que estaba sometido a su esposa, sometiéndole ella las mayores bajezas que se le podían realizar.

  Diez años después de los acontecimientos ya olvidados murió un miembro de la familia, y como era normal se enterró en el panteón familiar, y fue allí donde el primo y los amigos de la primera esposa de Antón de Juárez descubrieron una hoja de daga, una hoja muy peculiar de la que tenían constancia su procedencia. Al día siguiente toda la ciudad sabía lo que había sucedido y el corregidor fue avisado, dirigiéndose hacia la casa de Antón

  Antes de que llegase el corregidor el compadre de Antón de Juárez corrió raudo para avisarle de lo acontecido, y tras dialogar ambos que lo más sensato era acogerse a su enfermedad se metió en la cama, pues ninguno de los que aquel día estuvieron de montería con él testificarían en su favor. Y así pues, el corregidor llegó con los alguaciles y se declaró culpable de asesinato al viejo caballero, pero alegando enfermedad y testificada por el médico de la familia se le condenó a no salir de la casa hasta su muerte.

  Una noche vestido de Franciscano y con la escusa de darle los últimos sacramentos entró a la habitación de Antón de Juárez el compadre de este, y tras una conversación entre ambos cargaron dos caballos con todos los cofres de las riquezas que le quedaban al viejo Antón. Una vez cargados los caballos se dispusieron a partir, y a al salida de la casa, en el camino, empezaron a discutir sobre lo que debería de acontecer. 
 - Antón, compadre, yo dejo a mi esposa e hijos por tí, dejaré incluso mi país, pero no tengo tu riqueza, ¿qué será de mi?   
 - tu vivirás de mi, hermano, mi suerte será tu suerte
 - no Antón, no me fío de ti, eres un traicionero, dame la mitad de tus riquezas ahora mismo porque no me tratarás como un criado, cuando soy yo el que te puede condenar
 - de acuerdo, te doy la mitad de mis riquezas, coge lo que quieras. Pero mientras que su compadre cogía lo que le pertenecía, Antón de Juárez se abalanzó sobre él con una daga para matarlo gritándole: ¡Muere sucio ladrón!. Pero el compadre fue más rápido y se deshizo de Antón tumbándolse contra el suelo y apuñalando al que hasta entonces fue su amigo. Cogió los dos caballos y huyó diciendo ¡preferiste matarme antes de darme la mitad de tus bienes, ahora yo me lo quedo todo!
   
   Al día siguiente la noticia de que un hombre encapuchado se encontraba muerto en la calle hizo alarmar al corregidor que tras trasladarse al lugar de los hechos levantó la capucha y descubrió el cuerpo de Antón de Juárez, y tras comprender lo que el miserable pretendía registraron su casa, no encontraron ni dos caballos ni todo su oro, además su compadre también había desaparecido. Se estableció una búsqueda de este por asesinato.
  
  A los pocos días el compadre fue visto cerca de Extremadura, pues el peso de los cofres hizo que los caballos fueran lentos, y aquellos que lo conocían lo denunciaron pues vieron sospechosos aquellos cofres que portaba. Fue detenido y devuelto a Córdoba, donde fue condenado a perder la cabeza en el mismo lugar donde cometió el crimen, y una vez justiciado los hermanos de la Caridad recogieron el cuerpo yaciente y colocaron en aquel mismo lugar, como era costumbre, una cruz para conmemorar aquel lamentable suceso. Y desde entonces se conoce a este lugar como la Cruz de Juárez.

jueves, 1 de mayo de 2014

LAS CRUCES DE MAYO

    Para bien o para mal todo cordobés tiene señalado en su calendario el mes de mayo. Unos para disfrutar de Cruces, Patios, Romerías, y la ansiada Feria; otros para alejarse del mundanal ruido que se genera con estas festividades. 
    
    En primer lugar son las conocidas como "las Cruces de mayo" y es esta festividad a la que vamos a dedicar este post. Para aquellos lectores que no son de Córdoba y que quizás no conozcan esta festividad seguro que se estarán preguntando ¿Qué son las Cruces de mayo? La festividad de las Cruces de mayo consisten en la colocación de varias cruces (repartidas por varios lugares como plazas o rincones destacados) acompañadas de una barra improvisada donde se sirve todo tipo de comida y bebida y de una música de ambiente  que suele ser sevillanas.
   
    Si usted esperaba algún culto religioso anda muy equivocado, quitando la inequívoca cruz, el único símbolo religioso que encontrará será el escudo o imagen del cristo de la Hermandad correspondiente que haya organizado la cruz. Porque esto no ha sucedido ni tan siquiera en sus inicios, cuando allá por los años 20 del siglo pasado fueron expuestas las primeras cruces en patios vecinales de la ciudad. Esta tradición se fue extendiendo poco a poco y dos décadas después, en los años 40 eran ya varias las zonas donde se implantaban las cruces, pero en lugar de estar expuestas en los patios, se hacían en los cines de verano, incluyéndose en este momento una orquesta para amenizar la festividad. Y ya sería en 1953 cuando, el por aquél, entonces Alcalde de la ciudad Antonio Cruz Conde organizó el primer concurso de la Cruces de mayo, siguiendo la tradición hasta la actualidad.

   
Festividad de los Mayos según un cuadro de Goya
Pero entonces, ¿tuvo un origen o salió de la voluntad de unos vecinos? Se entiende que las cruces no es algo que se queda sólo en Córdoba, sino que se ha extendido por varios lugares del mundo.  Cuenta la tradición que en época precristiana había una festividad conocida como la Festividad de los Mayos donde se celebraba el momento más álgido de la primavera, y por tanto se rendían cultos a la Naturaleza. Se adornaba un árbol, un tronco o un tótem con flores mientras se danzaba a su alrededor. 

   Con la llegada del cristianismo esta festividad fue adaptada a la nueva fe, se sustituyó el adorno por la cruz cristiana y para explicar la festividad se tomó la historia de Santa Elena como percusora de esta festividad. Para los que no la sepan, Constantino I en su lucha contra los bárbaros la noche antes del enfrentamiento soñó con la Cruz de Cristo, al día siguiente mandó poner esa cruz en los escudos, y según dicen, gracias a este hecho vencieron. Constantino mandó a su madre Elena a Jerusalén en busca de alguna señal de la Cruz, y esta la encontró y la llevó a Roma.

  Bien sea por el motivo que sea la festividad de las Cruces de mayo ha empezado y las calles de Córdoba están abarrotadas de personas que desean la fiesta y toman este día como la antesala de lo que le espera en este mes, teniendo como colofón la Feria de la Virgen de la Salud. (reeditaremos nuestro antiguo blog sobre la Feria). A los amantes de las flores recomiendo su visita pues quitando la jarana, son cruces muy decoradas dignas de ser vistas.
  
  Queremos terminar este post lanzando una pregunta ¿Se puede considerar esta festividad como patrimonio?

miércoles, 16 de abril de 2014

LA LEYENDA DE LA VIRGEN DE LAS ANGUSTIAS

Estamos inmersos en la Semana Santa y nos llega a la memoria una leyenda sobre la Virgen de las Angustias. Precisamente esta imagen que el Jueves Santo procesará por las calles cordobesas, saliendo por primera vez desde hace mucho tiempo de su templo primitivo, San Agustín. 

No obstante, es curiosa la leyenda que cuenta cómo esta imagen paró en dicha iglesia. Teodomiro Ramírez de Arellano la recoge en su obra Paseos por Córdoba, pero se puede encontrar en cualquier otra obra relacionada con las leyendas cordobesas.

Cuenta la historia que un día un borriquillo llegó a la ciudad con una pesada carga y entró en el patio del Convento de San Pablo en busca de agua y cobijo, ante el descuido del hermano portero. Éste al encontrarlo, lo sacó de vuelta a la calle, sin molestarse en darle ni tan siquiera agua ni aliviarle la carga. El borriquillo, entonces, se dirigió a la Iglesia de San Agustín. Los hermanos, al verlo decidieron darle albergue hasta que vinieran a reclamarlo. Le quitaron la pesada carga que llevaba y al abrirla, descubrieron maravillas una bella talla de la Virgen. Cuando la noticia corrió por la ciudad, los dominicos la reclamaron como suya, pues el borrico fue a su convento en primer lugar, a lo que los agustinos respondieron que puesto que ellos recogieron al borrico y los otros no, la talla era suya. Finalmente, presentado el caso ante la justicia, los agustinos pudieron quedarse con la imagen, a condición de que si por algún motivo la Virgen entraba en San Pablo, no volvería a salir de allí.
53 años después de que la imagen dejara San Agustín, en el pasado mes de marzo la Virgen retornó a casa, (y según cuenta esta leyenda) haciendo caso omiso a lo que en aquella ocasión dictaminó la Justicia. Esperemos un soleado y raso día para que tanto las Angustias como el resto de procesiones paseen por Córdoba, pues aunque se sea o no se sea religioso, no hay lugar a dudas que la Semana Santa cordobesa es un vestigio de nuestro patrimonio cultural, y que desde el punto de vista turístico atrae a cientos de personas durante estas fechas.

jueves, 20 de marzo de 2014

EXPOLIO, DESTRUCCIÓN Y DETERIORO. EL GRAN PROBLEMA DE CÓRDOBA

   Tres temas de vital importancia son los que dan nombre a este post: Expolio; Destrucción; y Deterioro. Esto conlleva a una problemática que azota a Córdoba desde tiempos inmemoriales pero que por desgracia sigue vigente en la actualidad, haciendo que políticos de cualquier ideología miren para otro lado mientras ponen la mano para recibir algo a cambio (llámese dinero u alguna otra ventaja).

   Cualquiera de nuestros lectores puede entender con tan solo darse una vuelta por la ciudad que el problema es más grave de lo que a priori pudiera imaginar. Quizás y sólo quizás nuestros seguidores ni siquiera sabían de la gravedad del asunto, e incluso llegaran a desconocer que en pleno siglo XXI el patrimonio y la cultura no interesa a los mandatarios porque no ven en estos temas un filón económico (ciegos aquellos políticos que piensan así).

    Córdoba tiene una gran poder patrimonial y monumental, gracias a la Historia que ha vivido a lo largo de los siglos en suelo cordobés se puede decir que somos ricos en patrimonio. Sólo debemos de pensar que aquí habitaron pueblos íberos (la colina de los quemados es un ejemplo), Julio Cesar gobernó estas tierras mientras descansaba en el Alcázar (tal y como ya adelanté en un post anterior), parte de la batalla del mencionado Julio Cesar contra los hijos de Pompeyo también sucedieron en estas tierras, Córdoba también albergó a reyes tanto visigodos y cristianos, sin dejar de lado toda la riqueza cultural que dejaron los musulmanes (por mucho que le pese a algunos), El viaje de Cristobal Colón a las Américas se decidió en nuestra tierra.... muchos son los acontecimientos que nuestra Córdoba ha vivido, mucho su patrimonio, y por desgracia mucho se ha perdido.

    Debemos de entender que hasta la Ley de Patrimonio de 1985 el concepto de patrimonio (valga la redundancia) no existía, o al menos no era entendido como tal, y no era raro ver a personas buscando yacimientos para expoliarlos y vender las piezas que encontraban destruyendo a su vez el propio yacimiento. Esta concepción de cuidar lo nuestro es algo que se va tomando poco a poco desde entonces. Ya no vemos a personas entrando a yacimientos para destruirlo (aunque es una real mentira pues aún se dan esos casos), pero sin embargo vemos como constructores destruyen vestigios hallados antes de que un arqueólogo llegue al lugar para que su obra no sea parada. Vemos como por el poder del dinero destruye nuestro legado cultural. Que sirvan de ejemplo los siguientes casos y vosotros, mis queridos lectores, decidiréis la gravedad del asunto.

     Empezamos con un ejemplo de expolio claro y evidente, el ocurrido en el siglo XV en Medina Azahara, pues el Monasterio de San Jerónimo expolió la gran ciudad palatina para enriquecerse, es más Medina Azahara ha podido ser el monumento que más ha sufrido, pues si algún día vais a su museo (cosa que merece la pena ver) tendréis la oportunidad de ver como en diferentes ciudades existen materiales de Medina Azahara, Rabat, Casa Blanca, en Sevilla.... Recordemos aquellas noticias que salían a la luz hace unos meses sobre la casa de subastas Sotheby's y la venta de los capiteles omeyas por valor a 23.000 euros. Al igual que ocurrió con las vigas de la Mezquita- Catedral.

   Sobre Medina Azahara habría mucho de que hablar, no olvidemos (o no habría que hacerlo) sobre las parcelaciones ilegales que se acometieron en lugares donde posiblemente aún habría restos de esta Medina, y que cierto personaje pretende legalizar para enriquecerse aún más. ¿solución? parece evidente pero nadie se atreve a hacer nada.

 
Sigamos con los ejemplos, y ahora vislumbremos un ejemplo de destrucción del patrimonio. Uno muy sonado, el ocurrido con el conocido yacimiento de Cercadillas. Algunos expertos como Ramón Corzo Sánchez hablan del único Palacio Imperial romano existente en Hispania, el Palacio de Maximiliano Hercúleo, construyéndose entorno al 293 y 305 d.C. Otros expertos como Pedro Marfíl, sin embargo creen que no corresponde con un Palacio romano sino que es un edificio mandado a construir por el Obispo Osio en honor a San Acisclo. Lo importante es que este yacimiento fue parcialmente destruido para la creación del AVE en 1992, la Ley de Patrimonio se encuentra vigente y aún así, se permite la destrucción de este yacimiento por establecer allí un edificio como la estación de trenes que podía haberse ubicado en cualquier otro lugar. 

    Pero no nos engañemos, ha habido más casos de destrucción del patrimonio lo único es que la sociedad no se ha enterado, sí Córdoba es pionera en una cuestión, es enaclimatar el patrimonio a las nuevas construcciones, vamos a darle ese voto a su favor, ejemplos son las cloacas romanas que existen junto al rectorado, los lienzos de murallas que conviven junto a los nuevos bloques de pisos en la Avenida de la Victoria... pero, también es verdad que cuando unos bloques de pisos han interesado ser construidos (o destruidos) no han dudado en agilizar las cosas sin la supervisión de un profesional. Ejemplo: El caso que aconteció el año pasado con la destrucción de la Casa que había junto al arco del Portillo, en la cual, no dudaron en utilizar maquinas excavadoras y destruir un lienzo de muralla. O los casos de elevación de nuevos bloques donde de la noche a la mañana las estructuras que allí había desaparecieron.

   
Sobre el deterioro o mala conservación de los monumentos, tenemos el caso del Convento de Santa Clara, que está localizado en la calle Rey Heredia, que guarda en sí mismo vestigios de las culturas que han pasado por la ciudad. La empresa municipal Vimcorsa pactó restaurar este inmueble con la ayuda de la obra social de Caja Madrid pero a día de hoy este proyecto permanece parado y el edificio continua en mal estado. Otro caso sería el Alminar de la Iglesia de San Juan, que sigue adornado con un armatoste de hierros para evitar desprendimientos, dejando que el Alminar siga deteriorándose con el paso de los años. La fachada del Museo Arqueológico es otro ejemplo claro de abandono, teniendo que verla tras unas redes de protección.

    Los políticos dicen que no hay dinero ni para restaurar ni para cuidar el patrimonio cordobés, pero es una burda mentira, aunque si tomamos como verídico esto, si en el pasado lo hubo ¿Por qué no se gestionó?. Está claro que los políticos no ven en la cultura y en el patrimonio una fuente de ingresos, ese es el problema. Lo peor es que es otra de sus patrañas, si inviertes en patrimonio, el turismo crecerá porque los turistas vendrán a contemplar tus monumentos, si gustan, atraerán a más turistas y esto generará empleo en todos los sectores: guías, restauradores, historiadores, historiadores del arte, hostelería....

   En conclusión, Córdoba tiene un filón patrimonial muy importante que gracias a los políticos y empresarios sin escrúpulos se están encargando de destruir, un gran problema porque poco a poco nos quedaremos sin este vestigio cultural que tenemos y del que nos sentimos orgullosos. Usar la mercantilización del patrimonio como una salida loable a estos momentos de crisis que imperan en el panorama internacional es una opción, mientras que por el contrario, se abandona nuestro patrimonio, sí permitimos que se destruya, se deteriore o se expolie, en resumidas cuentas, si permitimos que se realice una mercantilización del patrimonio pero desde el punto de vista de la especulación, entonces, no sólo perderemos nuestro patrimonio, sino que perderemos nuestra identidad.


sábado, 8 de febrero de 2014

LA MEZQUITA EN PELIGRO DE EXTINCIÓN

    No solemos escribir en este blog sobre la Mezquita, icono de esta ciudad desde tiempos inmemoriales, pues la finalidad de No Sólo la Mezquita es difundir otros aspectos de la ciudad que son menos conocidos, pero la actualidad llama a que hoy hablemos del monumento insignia de Córdoba pues consideramos que dentro de unos años quedará un edificio que en su momento fue la Mezquita, pero perderá toda identidad (si aún no la ha perdido). Con las siguientes líneas intentaremos explicarnos para que se entienda la gravedad del asunto.
   Debemos retrotraernos en el año 1998, José María Aznar es el Presidente del Gobierno, y bajo su mandato se llevan una serie de leyes, entre las cuales se encuentra la Ley 7/1998 que hace referencia a una nueva Ley Hipotecaria. Con esa ley se establece que los obispos pueden emitir certificaciones de dominio como si se tratara de funcionarios públicos, potestad de la que se han valido en varios puntos de la geografía española para inscribir múltiples propiedades a su nombre. Es decir, con sólo la firma del obispo, la iglesia se puede apropiar de cualquier dominio que no estuviera registrado.

   Aunque suene redundante queremos reseñarlo pues ahí está la clave de todo. El gobierno de Aznar le concedió a la iglesia católica un resquicio legal que le permitió adueñarse con templos, ermitas, casas parroquiales, cementerios y fincas de todo tipo. Llegando incluso a hacer negocio con la venta de esas propiedades.

    En el año 2006 el obispado de Córdoba inscribió la Mezquita como su propiedad haciendo un pago simbólico de 30 euros (al menos dio 30 euros para las arcas de la ciudad). Pero claro, como bien deja ver este resquicio legal de la Ley Hipotecaria, no estaba obligada ni a hacer público la inscripción ni a pagar el Impuesto de Transmisión Patrimonial, por tanto los cordobeses tuvimos conocimiento de ello tres años después (y todo porque a un ciudadano le pareció curioso que de la noche a la mañana se cambiara el nombre de Mezquita por el de Santa Iglesia Catedral de Córdoba).

   Dicho esto, proseguimos. Las visitas al monumento tienen una media que sobrepasa el millón de personas entre las visitas diurnas y las nocturnas, donde estas últimas pagan tanto cordobeses como foráneos (y la entrada van de 9 a 18 euros por la noche y 8 euros para los foráneos en su visita diurna, más 37 euros de visitas guiadas), si sumamos esos precios al número de visitas existentes (quitando un porcentaje minúsculo a los cordobeses en sus visitas matinales) ¿Qué cifras nos dan? y hay que recordar que la Iglesia no paga ni IBI ni IVA, pues está exenta de estos pagos, con lo que todos sus gananciales son limpios. Por si fuera poco, el porcentaje que la Iglesia destina al mantenimiento de este monumento es minúsculo en comparación con lo que destina la Junta de Andalucía y los propios cordobeses con sus impuestos.

   Si os dejáis caer por la Mezquita podréis comprobar cómo la palabra "Mezquita" ha desaparecido completamente de cualquier lado: en las entradas, en los folletos....El Cabildo catedralicio ha decidido borrar de la faz de la tierra cualquier vestigio de lo que antaño fue la Mezquita, incluso llegando a falsear la propia historia del monumento: "está visitando una catedral con una "intervención islámica" en su interior; la construcción fue "gracias a Dios", " En la Córdoba andalusí no vivieron cordobeses, sino "clanes musulmanes" que se hicieron con el poder político" son muestras de lo que aparecen tanto en entradas, folletos y en su página web, además en las visitas nocturnas (que el que suscribe este post ha ido a ver) rechazan cualquier historia de época islámica, más parece que estuvieras en una clase de catequesis doctrinal.

    Diez años deben de pasar para que este registro sea perpetuo, es decir que aún es posible revocar el título de propiedad, quedan dos años para esto y es posible que alguien escuche las voces sensatas que se levantan contra esta atrocidad. Para ello es urgente que la administración pública reclame la titularidad del monumento y que se modifiquen los artículos legislativos pertinentes, pues desde No Sólo la Mezquita pensamos (al igual que otros muchos) que la Mezquita no es de la Iglesia, sino propiedad de los cordobeses y de la Humanidad (que por eso es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO)

    Es cierto que gracias a que Fernando III salvó a la Mezquita de ser destruida esta se mantiene en pie, está claro que la Iglesia ha tomado este monumento como Catedral, pero hay que recordar que si la Mezquita tiene tantas visitas y se ha convertido en icono mundial es por su catalogación de Mezquita, por sus arcos de herradura, por su hermosura, el Mihrab y decoración, así que no creo que la solución sea erradicar todo lo que tenga que ver con lo islámico, pues esa también fue nuestra historia y nuestra identidad. 

    Actualmente se recogen firmas para que se le quite la propiedad a la iglesia y pase a ser nuevamente Patrimonio de los cordobeses, por si alguien está de acuedo y quiere firmar: https://www.change.org/es/peticiones/a-la-iglesia-cat%C3%B3lica-di%C3%B3cesis-de-c%C3%B3rdoba-que-devuelvan-la-mezquita-de-c%C3%B3rdoba-a-la-ciudad?share_id=YwpHHRVLiR&utm_campaign=mailto_link&utm_medium=email&utm_source=share_petition

   No se que pensareis vosotros, seguramente algunos estaréis a favor y otros en contra, pero al menos nos gustaría llevaros a la reflexión y al debate (en el caso de que lo hubiera)

jueves, 6 de febrero de 2014

EL ALCÁZAR DE LOS REYES CRISTIANOS. DE ADUANA A CELEBRACIONES DE BODAS

    Si pudiéramos volver atrás y contemplar en el pasar de los años la evolución del Alcázar, nos daríamos cuenta que se trata de uno de los edificios o incluso el más versátil que tiene Córdoba, pues este ha sufrido una serie de transformaciones entre sus muros y su función a lo largo de los siglos. 

    En época romana fue la Aduana o Forum Censorium, siendo además la casa del Gobernador y Cuestor de la ciudad. Dato curioso a este respecto a reseñar es que Julio Cayo Cesar estuvo alojado entre sus muros. En época musulmana este edificio del Alcázar pasó obviamente a manos omeyas, vestigios de aquella etapa son los baños califales que actualmente se encuentran en Campo de los Santos Mártires. Una vez finalizada la reconquista cordobesa llevada a cabo por el rey Fernando III el Santo, no sería hasta 1328 cuando otro rey (que ya mencionamos en el anterior post) Alfonso XI se interesaría en volver a construir una fortificación, volviendo a coger el Alcázar la importancia de siglos anteriores. 

   Este Alcázar sirvió de alojamiento durante ocho años de los Reyes Católicos quienes habitaron este emplazamiento hasta la reconquista de Granada en 1492. Si bien se sabe en lo que hoy se conoce como el salón de los Mosaicos fue donde los Reyes Católicos recibieron a Cristobal Colón y tomaron la decisión de apoyar la aventura del navegante genovés en búsqueda de una nueva ruta hacia las Indias.Una vez finalizada la reconquista tanto Isabel como Fernando abandonaron el Alcázar cediendo el edificio a la Iglesia que no dudó en transformar la función palaciega en sede del Santo Oficio. 

   Entre sus muros en lo que hoy día se conoce como Torre de los Leones se encuentran una serie
de incisiones realizadas por los presos de la Santa Inquisición, esto hace indicar que este lugar actuara como celda de los reos a la espera de sentencia o a la espera de ser llamados para su encuentro con el tribunal. Con estas incisiones los presos intentaban demostrar su fe cristiana ante aquellos que los juzgarían.

    En 1812 las Cortes Constituyentes de Cádiz realiza la abolición de la Inquisición, y este edificio pasaría a ser cárcel civil de la ciudad hasta que en 1931 se le volvió a dar una función militar, función que se mantendría hasta 1955, fecha en la que se cede estas instalaciones militares al Ayuntamiento de la ciudad, dueño del Alcázar hasta la actualidad, donde se realizan una serie de celebraciones como Bodas entre ostros actos.

miércoles, 29 de enero de 2014

IGLESIA DE SAN HIPÓLITO

   El misterio ha sido resuelto, la tercera imagen de nuestro pequeño juego en las redes se corresponde con
la fachada de la iglesia de San Hipólito, y ahora para cerrar los engranajes de esta iniciativa os recompensamos con un poquito de historia sobre la iglesia así como curiosidades que en ella habitan.
   
   Corría el 30 de octubre de 1340, entre las tierras que circundan el río Salado (en la provincia de Cádiz) se da una batalla entre las tropas cristianas encabezadas por el rey Alfonso XI de Castilla y el rey de Portugal Alfonso IV que enfrentaron a las tropas musulmanas de Abu Al-Hassan Alí de Marruecos y las tropas del reino de Granada que por aquel entonces estaban bajo Yufuf I. Esta batalla conocida como la Batalla del Salado sería muy importante para el devenir de la reconquista cristiana resultando victorioso las tropas de los reyes cristianos.

  Tres años más tarde, en 1343 el rey Alfonso XI de Castilla funda un monasterio en Córdoba en honor a tan afable victoria y en agradecimiento a los servicios prestados para la misma. Y no sólo eso, sino que elevaría dicho monasterio a la categoría de Panteón real, pues quería que sus restos y los de su padre el rey Fernando IV (hijo de Alfonso X el Sabio) descansasen allí por toda la eternidad. Por aquel entonces, el rey Fernando IV descansaba en la Mezquita de Córdoba.

  Cuatro años después de estos sucesos, en 1347, sería el Papa Clemente IV quien elevaría la categoría del monasterio, siendo considerada desde entonces como Colegiata, pues el rey Alfonso XI estaba ya viendo cercana la muerte y así de esa manera y con los designios reales se podrían celebrar los oficios pertinentes llegados el momento de su fallecimiento.

 
Debido a la lentitud de las obras para dar por finalizada la iglesia esta no acabaría hasta varios siglos después, siendo concluida bajo el reinado de Felipe V en el año 1736, por lo que Alfonso XI no la pudo ver terminada

  Hoy día, las tumbas de Fernando IV y Alfonso XI aún se mantienen dentro de San Hipólito, descansando sus cuerpos (o lo que queda de ellos) tal y como deseó el rey castellano en 1343. Para concluir y a modo de curiosidad para aquellos que desconozcan el dato, y aunque no pertenezca a San Hipólito, la estatua que recibe a los visitantes del Alcázar tras pasar por su puerta de entrada se corresponde con el propio rey Alfonso XI.

lunes, 27 de enero de 2014

¿MERCADO ROMANO?

    Este pasado fin de semana tuvo lugar en los alrededores de la Calahorra el tan esperado mercado romano. Nosololamezquita estuvo allí para ver desde primera mano el evento y no perder detalle de lo que allí acontecía. Podemos asegurar que las impresiones no fueron buenas.

Estandartes en la Torre de la Calahorra
     Ya desde la entrada algo hacía presagiar que no iba a disfrutar como debiera de un auténtico mercado romano. No espero que copiasen a la exactitud estandartes de las legiones romanas pero al menos, un poquito de seriedad no hubiera estado mal.

      La Torre de la Calahorra se convirtió durante estos tres días que duró el evento como entrada a un mercado romano descafeinado y que poco o nada tiene que ver con la realidad, pues a pesar de lo que las crónicas en periódicos o radio dijesen, el mercado romano no se acercó ni por asomo al nombre que llevaba, más bien, siguió siendo el mismo mercado medieval, que desde sus orígenes se implantaría en la plaza de la Corredera, por eso al ver este "mercado romano" no entendí por qué cambiarle el nombre si era exactamente igual.

las tiaras medievales fueron muy usadas en Roma ¿no?
  Tras pasar por el lateral de la torre de la Calahorra te adentras en una calle estrecha rodeada de puestos, entre tiendas de alimentación (de lo mejorcito que tenía el mercado) y tiendas artesanales apenas quedaba espacio para andar tranquilamente y sin miedo de ser atropellado por las personas que venían a la inversa, pero esto también es normal en eventos de tal magnitud.

La sorpresa llegó nada más entrar, un stand con armas, y como se suele decir vulgarmente, "la primera en la frente" tiaras medievales (también estaba la espada de Frodo, la de Arwen, la de Ichigo, una máscara de predators, la espada de Blade...) todo muy de época romana. Si ya de por sí la situación no me gustó mucho al entrar, esto fue el remate, pero por desgracia la cosa no acabaría allí, habría más stands y cada uno de ellos con un menor rigor histórico si cabe, pues podrías encontrarte los típicos puestos romanos de pon tu nombre en Árabe, los típicos puestos romanos de "llévate el escudo heráldico de tu apellido en un momento", tejas decoradas con el escudo de tu equipo, encuadernación de Spiderman, y cómo no, los tipicos soldados militares de la Segunda Guerra Mundial acompañados de la Cosa (miembro de los cuatro fantásticos). Lo curioso fue ver que en el stand de los juguetes, entre muñecos de la Segunda Guerra Mundial y personajes Marvel, lo único romano fue los muñecos de Asterix y Obelix.

    Lo único romano que se pudo apreciar del mercado, a parte del nombre, fueron las personas que estaban disfrazadas de legionarios o tenían la típica túnica romana, pues por lo demás, nada de nada. Aunque siendo sinceros, después de leer que nuestros amigos de El Collar de la Paloma no participarían en el evento supuse que este mercado romano carecería de rigor histórico.

   Pero claro, qué podemos esperar de un Ayuntamiento que está más preocupado en recaudar dinero de una forma o de otra (no olvidemos que los stands tienen que pagar un precio por estar ahí, y por tanto estos deben de inflar los precios para tener un beneficio, siendo al final el hombre de a pie quien pague más caro los productos) que de darle un rigor histórico a un evento de esta magnitud, un evento que si se hubiera realizado en cualquier otro lugar del mundo seguramente sí se hubiera disfrutado de un auténtico mercado romano bien caracterizado hasta en el más mínimo detalle.

   Por tanto,  desde este blog que sólo intenta llevar a Córdoba al lugar patrimonial al que pertenece, el que suscribe esta crítica lo hace con la esperanza de que el Ayuntamiento debería de reflexionar sobre un evento histórico como el mercado romano (que bien podría ser el medieval de siempre) e intentar cambiar para el próximo año y tomarlo con un poco más de rigor histórico. Pero me temo que no, que sólo mirarán los números, que todo vale para vender, mirarán que fue un éxito en cuanto a que la población cordobesa llenó los tres días que duró el evento, sin saber (o sabiendo) el mal sabor de boca que dejó en muchos cordobeses al ver que no se tomó en serio una cosa que, si se hubiera hecho de otra manera, hubiera quedado muy bien. 
                                                                                                                                                                                                                                                         

jueves, 23 de enero de 2014

EL ALMINAR DE LA IGLESIA DE SAN JUAN

Alminar de la iglesia de San Juan
   Hoy y viendo el resultado del juego en Twitter sobre el detalle de nuestro "monumento escondido" en las redes sociales os queremos exponer la historia y curiosidades existentes sobre esta pieza única del patrimonio cordobés.

   Este alminar es un recuerdo de la Córdoba islámica que aún perdura en el tiempo, siendo construido a finales del siglo IX y comienzo del siglo X, es decir los años que vieron finalizar el emirato cordobés de Abd Allah y dieron paso al califato omeya de Abd al-Rahman III.

   Tras un cuerpo de sillares dispuestos a soga y tizón se puede apreciar los arcos gemelos de herradura sobre columnillas de marmol con fustes visigodos que mostrábamos en el detalle de nuestra "foto misteriosa".

  Una vez concluida la reconquista de la ciudad, la mezquita a la que pertenecía este alminar fue cedida a los caballeros de la Orden de San Juan de Jerusalén, también conocida como San Juan de los Caballeros, siendo este el nombre que obtiene la actual iglesia.

  Como dato curioso hay que decir que este alminar es el único exponente califal que no ha sido modificado, cosa que ni siquiera otros alminares como el de la propia Mezquita o el de San Lorenzo han conseguido. Y a pesar de su precario estado de conservación, es después de la propia Mezquita el monumento mejor conservado de índole califal (las imágenes hablan por sí solas y no vamos a entrar en el pasotismo del ayuntamiento con el tema de la conservación del propio patrimonio cordobés, eso lo haremos más adelante).