En el año 2011 se inauguró el nuevo puente situado en el sur de la ciudad, el que pone punto y final (o inicio) a la Variante Oeste en Córdoba. Este puente tiene por nombre Ibn Finnas. Y seguramente muchos de vosotros os preguntaréis ¿quién fue este señor? ¿a qué se dedicaba? pues bien, desde este post voy a hablaros un poquito más sobre este hombre, puesto que su historia está llena de sorpresas.
Además de todo lo anterior, el andalusí diseñó una serie de artilugios que revolucionaron la Córdoba islámica. Entre los aparatos que diseñó podemos encontrar la clepsidra (un reloj de agua que ya usaban los antiguos egipcios), encontró una técnica para tallar el cristal de roca, desarrolló una esfera armiliar (conocido también como un astrolabio esférico).
Pero fue un hecho de su vida el que más me ha llamado siempre la atención, y es que cada vez que en alguna reunión de amigos sale el tema (no muy a menudo) del primer hombre que voló, siempre pensamos en los hermanos Montgolfier o en la leyenda de Ícaro, pero no. El primer hombre conocido, fue Ibn Firnás.
En Libia tienen un sello con su efigie, en el aeropuerto de Bagdad existe una estatua suya, siendo además el nombre de otro aeropuerto de la capital iraqí, y por si fuera poco, además del nombre que tiene el puente de Córdoba antes mencionado, existe un cráter en la Luna que tiene su nombre.
Para concluir, y a modo de curiosidad, el puente de Córdoba que lleva su nombre, no sólo lo lleva porque sí, sino que el propio diseño estaba pensado en él, puesto que de la parte central del puente emergen dos alas que recuerdan el hecho que ocurrió en el siglo IX.
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